Muchas veces surge la pregunta sobre qué es emprender verde, dado que hoy se apunta a ellos como una respuesta a la crisis climática. En los últimos años, los Emprendimientos Verdes han surgido como un escenario productivo y comercial emergente que busca responder, tanto de manera individual como comunitaria, a distintas vulnerabilidades: de tipo económico, a raíz de los vaivenes de las economías a escala y globalizadas; ambiental, producto de las alteraciones climáticas a nivel global y los fuertes impactos en ámbitos regionales y locales; y sociales, como consecuencia de la degradación del empleo y la exposición a situaciones de conflictividad social, la cual se ve reflejada en los sectores más vulnerables, como las mujeres y jóvenes, los sectores informales y quienes se desempeñan en los ámbitos de las pequeñas y medianas empresas.
En este contexto, los Empleos Verdes son aquellos que preservan el ambiente a través de modelos de producción sostenible, al mismo tiempo que fortalecen las economías locales y regionales, y generan trabajo decente e inclusión social. En particular, este tipo de iniciativas se orientan a aumentar la eficiencia en el uso de la energía, el agua y las materias primas, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero y la generación de residuos, protegiendo, a su vez, a diversos ecosistemas. Además, para que un empleo sea considerado verde debe cumplir con la condición de trabajo decente.
Este concepto, desarrollado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), reúne las características de toda relación laboral para que el trabajo se realice en condiciones de libertad, igualdad, seguridad y dignidad humana. Los empleos verdes se pueden crear en cualquier lugar, independientemente de su nivel de desarrollo económico. Pueden crearse tanto en áreas urbanas como rurales, en todos los sectores y actividades industriales y tipos de empresas.
La región de América Latina y el Caribe ha asumido diversos compromisos internacionales en materia ambiental, como el de Río+20 y la COP21 de París, los cuales identifican en la economía verde una herramienta clave para desarrollar una transición justa hacia el desarrollo sostenible. Asimismo, cabe destacar que la promoción de Emprendimientos Verdes permite fortalecer desde múltiples aristas el avance hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos en el marco de la Agenda 2030 por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Desde Argentina, las acciones y vinculaciones que se establecen en torno a la articulación público-privada para la generación de empleos verdes se orienta particularmente a contribuir a los objetivos de reducción de la pobreza, fomento del trabajo decente y crecimiento económico, y fortalecimiento de los modelos de producción y consumo sustentable, articulando plenamente gran parte del resto de objetivos y metas de la agenda.
Desde la Red Argentina de Municipios frente al Cambio Climático (RAMCC) se está liderando en el mencionado país el Proyecto Empleos Verdes Locales: el rol de las Organizaciones de la Sociedad Civil como articuladoras de procesos de transición justa hacia una Economía Verde. Este cuenta con el financiamiento de la Unión Europea y es implementado junto a la Cámara de Comercio Italiana de Rosario, In Situ y Wageningen University & Research como socios. El objetivo principal de esta iniciativa es vincular a los gobiernos locales con el sector privado para acelerar la transición hacia modelos de producción y consumo sostenibles.
Durante sus 3 años de duración, aborda diferentes actividades para acompañar a MiPyMEs, emprendedores y gobiernos locales en la transición hacia una economía baja en carbono e inclusiva, que permita aumentar la resiliencia de las ciudades, disminuir su huella de carbono y mejorar la calidad de vida. Por lo tanto, las actividades planteadas están relacionadas a la generación de información pública, la concientización, la capacitación de funcionarios municipales y emprendedores, y al desarrollo de infraestructura.
