Quanta Reciclaje finalizó el proceso de cálculo y recibió los datos de su Huella de Carbono organizacional. En este caso, se contemplaron las actividades llevadas a cabo durante el 2023.
Quanta funciona en Paraná, Entre Ríos, y se dedica a la producción de mobiliario plástico a través de la recuperación, reutilización y puesta en valor de materiales reciclados y reciclables. Si bien tiene una política ambiental clara y viene dando pasos importantes en el camino hacia la sostenibilidad, la Huella de Carbono marca un antes y un después, ya que la obtención del indicador habilita un proceso de mejora continua que comienza por la medición y sigue por la delimitación de acciones concretas de reducción.
“Para nosotros es importante para profundizar el cuidado del medio ambiente, y para ser coherentes dentro de nuestras políticas ambientales. Involucrar cada vez a más personas, y poder contemplar en la cadena un compromiso generalizado es fundamental”, afirmó Katia Bellman, gestora integral de ventas de Quanta Reciclaje.
Como todo cálculo, ALPA se basó en los estándares internacionales: ISO 14064, GHG Protocol y las directrices del IPCC. En la presentación de resultados llevada a cabo por Tomás Menéndez – especialista en huella de Carbono por parte de ALPA -, se detallaron las fuentes de emisión directa e indirecta, y se brindaron recomendaciones para reducirlas.
La captación y la reutilización de materiales plásticos abarca la participación de muchos actores, y en ese sentido, Katia destacó el efecto que genera este tipo de iniciativas en toda la cadena productiva:
“Nosotros hacemos mucho hincapié en la educación que hay que brindar a las personas que trabajan con nosotros, para evitar que se contaminen los productos que sí se pueden reciclar. Esto genera un efecto dominó, porque nosotros capacitamos a maestras de escuelas, y ellas lo transmiten a los padres de los alumnos, entonces se va formando una red dentro de la cual somos una pieza fundamental”.
La satisfacción de educar con el ejemplo, y el contagio que se genera hacia el resto de los actores implicados es un factor muy mencionado entre las empresas que deciden avanzar con la medición de su Huella, así como también el orden que les genera en los registros y la información que tienen de sus consumos. Pero también es clave comprender que se trata de una mejora continua, y el indicador es un puntapié para continuar con el proceso de reducción.
“Sin dudas esto tendrá un impacto positivo, tanto por las aristas externas como internas. No es la única certificación en la que trabajamos, y siempre todas nos ayudaron a mejorar nuestros procesos. Incluso la huella nos ha ayudado a mejorar nuestros registros. Esto nos permite, también, trabajar en conjunto con empresas que están interesadas en instituciones que tengan esta perspectiva”, concluyó Katia durante la presentación de resultados.
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