En el marco de la colaboración entre Quanta Reciclaje y ALPA Servicios Ambientales, se ha desarrollado una evaluación del impacto que posee el reciclaje de residuos en términos de dióxido de carbono equivalente (CO2e). El estudio busca posicionar este tipo de tratamientos como una estrategia de mitigación de GEI y una alternativa al manejo de residuos convencional.
En primera instancia, resulta oportuno recordar que Quanta Reciclaje es una empresa de Paraná (Entre Ríos), que produce mobiliario plástico a través de la recuperación, reutilización y puesta en valor de materiales reciclados y reciclables. La obtención de su Huella de Carbono habilitó un proceso de mejora que incluyó la delimitación de más acciones concretas de reducción.
El reciclaje de materiales permite evitar la extracción de materias primas vírgenes y reiniciar las etapas de producción desde cero. Además, al desviar estos materiales del relleno sanitario, se previene la emisión de metano generada por su descomposición en condiciones anaeróbicas. Por consiguiente, la medición abarca el impacto que posee el reciclaje en reducir:
- Adquisición de materiales a partir de materia prima virgen
- Cantidad de residuos dispuestos en relleno sanitario
En conjunto con la empresa, se ha puesto en foco en la cantidad de emisiones que se ahorran al evitar que se extraiga materia prima virgen, y la cantidad de emisiones que se evitan por impedir que los materiales vayan a relleno sanitario.
Específicamente para este estudio, los resultados arrojaron toneladas de emisiones de GEI evitadas por reciclar materiales como: cartón, distintos tipos de de PET (Polietileno Pereftalato, aquél que generalmente se usa para envases o botellas), el papel de color y el vidrio. En menor medida aparecen el PEAD (Polietileno de Alta Densidad, normalmente utilizado para tuberías o envases), el papel blanco y el aluminio, aunque por supuesto también son indispensables en la mitigación de los gases de efecto invernadero (GEI).
El trabajo incluyó un análisis de las emisiones de GEI evitadas mediante el reciclaje de productos en la localidad de estudio, permitiendo cuantificar las toneladas de CO₂e que se han dejado de emitir gracias a la incorporación de estas tecnologías.
“En la mayoría de los casos, reciclar reduce las emisiones de GEI porque manufacturar un producto a partir de inputs reciclados requiere menos energía que hacerlo desde cero a partir de materia prima virgen”, detalló Charo Blanco, analista de Huella en ALPA.
El reciclaje es una estrategia efectiva para reducir las emisiones de GEI, al disminuir la necesidad de producir materiales primarios, conservar energía y eliminar o reutilizar residuos. Sin embargo, cada organización utiliza distintos tipos de materiales en sus actividades diarias, y es por eso que la medición de Huella de Carbono es un proceso fundamental para reconocer dichos materiales, cuantificar sus emisiones, y así evaluar alternativas que aporten mejoras significativas tanto a la empresa como a nuestro entorno.
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