Los gastos globales en servicios de movilidad están aumentando significativamente y se espera que se tripliquen en la próxima década. Según un artículo publicado recientemente por el World Economic Forum —basado, a su vez, en un informe del Oliver Wyman Forum—, una gran parte de ese aumento estará impulsado por los servicios de carga para vehículos eléctricos (VE).
El transporte es responsable de aproximadamente una cuarta parte de las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI). Reemplazar los vehículos personales a base de combustibles fósiles y utilizar más el transporte público, los servicios de movilidad compartida y vehículos eléctricos podría reducir significativamente estas emisiones.
Los datos revelan que Asia liderará el mercado y tendrá más de la mitad de la demanda total de los servicios de movilidad, mientras que Europa, con su enfoque en la descarbonización y el fomento de los vehículos eléctricos (VE), será el segundo mercado de mayor crecimiento.
Ante este panorama, los servicios de carga para vehículos eléctricos serán uno de los mayores impulsores de la descarbonización, ya que son uno de los principales motivos de la falta de confiabilidad actual: casi una cuarta parte de los consumidores que planean adquirir un vehículo tienen la intención de comprar un VE, pero la disponibilidad de estaciones de carga sigue siendo un factor que los desalienta y terminan inclinandose por los híbridos. Con las nuevas expectativas de inversión, esta tendencia irá decreciendo.
En síntesis, para que este crecimiento en movilidad sea equitativo, eficiente y sostenible, es fundamental contar con un marco regulatorio más confiable, asociaciones público-privadas entre gobiernos e industria y la expansión de la infraestructura existente.
Otros datos alentadores del estudio
El informe también resalta que el uso de vehículos personales disminuirá del 66% de la demanda total de movilidad en 2023 al 49% en 2035, mientras más personas opten por transporte público, micromovilidad y opciones como alquileres de autos, suscripciones y servicios compartidos. Dentro de ese marco, los vehículos eléctricos serán preferencia. Además, el uso de transporte público aumentará del 19% al 25% en el mismo período, y el transporte activo, como caminar y andar en bicicleta, crecerá del 9% al 13%.
Una vez más, la movilidad sostenible representa una oportunidad de inversión que puede beneficiar a las empresas y al medio ambiente. La transición hacia una movilidad sostenible puede ser una estrategia para las empresas que buscan liderar el camino hacia un modelo económico más sostenible.
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