¿Cómo reducir la Huella de Carbono en el Turismo?

Por Tomás Menéndez

La actividad turística se encuentra en constante crecimiento. Actualmente moviliza cerca de 700 millones de turistas y representa aproximadamente el 10% del PBI mundial. Esto genera numerosas emisiones de GEI (gases de efecto invernadero), al igual que cualquier actividad antropogénica. Según estimaciones, en el año 2013 el turismo generó 4,5 gigatoneladas de dióxido de carbono equivalente, lo que representó un 8% del total de las emisiones para ese año. Principalmente se debió al transporte hacia los destinos (un 50% del total) y a variables asociadas al alojamiento (un 60% de estas debido a la climatización y a la iluminación).

Por lo tanto, si bien se deben abordar todas las aristas contribuyentes a la emisión de GEI y el grado de influencia de cada una dependerá de la actividad particular de cada empresa, se puede visualizar cuales son las áreas de mayor importancia. En este sentido, existen diversas acciones que se pueden realizar para contribuir a la disminución de las emisiones luego de realizar una cuantificación y una caracterización de estas.

 


En la actualidad, la
movilidad brinda opciones más eficientes y con menos emisiones de GEI, como lo son los combustibles sintéticos o la movilidad eléctrica. Es por esto que las empresas deben priorizar estas opciones de movilidad más sostenible, adecuándose paulatinamente a las mismas.

En lo que respecta a las emisiones asociadas al alojamiento, existen cuestiones generales que variarán en la implementación específica dependiendo de cada caso particular. Por ejemplo, es útil la obtención de certificaciones de construcción sostenible como LEED  y BREEAM, las cuales buscan una eficiencia energética en la construcción. Esto puede ejemplificarse en los aislamientos y en la ventilación, cuya utilización es fundamental en los intercambios térmicos con el ambiente, mejorando así el confort de los turistas con un menor consumo energético asociado. En el mismo sentido, deberá tenerse en cuenta el rol del vidriado, el cual no solo influye en la temperatura sino también en la iluminación. Antes de realizar los cambios de luminarias a LED, se deben optimizar las características constructivas.

Por otra parte, la implementación de energías renovables es cada vez más factible, reduciendo así el consumo de energía de la red. Algunas son de más simple aplicación desde un punto de vista técnico, como puede ser la instalación de paneles termosolares para el uso de ACS (agua caliente sanitaria) de los turistas. Otras, como la instalación de bombas de calor, son una excelente alternativa para lograr el confort térmico con una eficiencia superior.

 

Bombas de calor para climatización y ACS.


Afortunadamente, esta problemática ambiental está siendo contemplada en el sector turístico. Según el último reporte del Green Lodging Trends, principal estudio de la sostenibilidad hotelera, casi la totalidad de los alojamientos analizados para estudio realizan al menos una medida contribuyente a la eficiencia energética y un 60% planean realizar acciones de reducción de sus huellas de carbono. Es importante entender que la actividad turística debe ser parte del ambiente circundante y no un elemento disruptivo de la misma.

 

 Fuentes:

https://www.weforum.org/agenda/2024/01/travel-tourism-industry-net-zero/
https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0160738320300724
https://www.nature.com/articles/s41558-018-0141-x
https://sustainabletravel.org/issues/carbon-footprint-tourism/
Green Lodging Trends Report 2022



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