La sequía global, exacerbada por fenómenos climáticos extremos, está generando un aumento significativo en las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en todo el mundo, lejos de cumplirse así los objetivos propuestos en el Acuerdo de París para su reducción. Este fenómeno, documentado en un informe reciente, refleja cómo los eventos climáticos adversos pueden tener un impacto directo en la salud del planeta.
El informe, citado por fuentes de Ambito.com, revela que la falta de lluvias está provocando la disminución de la capacidad de los ecosistemas terrestres para absorber CO2. Esta disminución en la absorción de carbono está intensificando el ciclo del carbono, contribuyendo así al calentamiento global y al cambio climático.
La fuente informativa subraya la urgente necesidad de abordar la crisis climática de manera integral y tomar medidas concretas para mitigar sus efectos. Esto incluye la adopción de políticas ambientales más sólidas, el fomento de prácticas sostenibles en todos los sectores y la promoción de tecnologías limpias y renovables. Dado que una de las razones del incremento de las emisiones en parte se debe por el aumento del uso de combustibles fósiles en países donde las sequías dificultaron la producción hidroeléctrica.
Ante el desafío que representa la sequía global y sus implicaciones en las emisiones de CO2, es crucial que la comunidad internacional trabaje de manera colaborativa para reducir las emisiones y preservar la salud del planeta para las generaciones futuras.
Fuente: Ambito.com
