SIMACON ICF fabrica materiales de construcción sustentable y de alto rendimiento. Es la primera empresa en América Latina que logró en forma industrial reemplazar el uso de poliestireno expandido (EPS) en sistemas constructivos tipo ICF (insulated concrete form), por un aglomerado de fibras de coníferas mineralizadas, utilizando como base subproductos de la industria forestal.
Durante el mes de noviembre, en el marco de un convenio con FAIMA, comenzó el proceso de cálculo de huella de carbono junto a Sello ALPA de la mano de la Red Argentina de Municipios frente al Cambio Climático (RAMCC), con quien la empresa tiene contactos desde los inicios de su actividad en Argentina, en 2017. Christian Cordes, uno de los socios de esta pyme de Misiones premiada como Emprendimiento Argentino 2022, se explaya sobre las implicancias a la hora de medir la huella de carbono de la organización.
¿Qué los motiva a comenzar con la medición de su huella de carbono?
CC: En el proceso de ALPA encontramos la herramienta de verificación del impacto de nuestra producción, que estábamos buscando. Desde SIMACON tenemos como premisa empresarial que no solo nuestros productos sean sustentables, sino también apuntar que nuestros procesos sean de baja carga energética.
¿Por qué creen que es importante para el sector conocer su impacto en el ambiente?
CC: SIMACON es la pionera en América Latina en reemplazar el poliestireno expandido (EPS) en sistemas constructivos con un material compuesto de fibras de madera mineralizadas. Esto nos pone en la punta de innovación en cuanto a materiales sostenibles y huella de carbono en la construcción se refiere.
Los municipios y su consecuente sector de obras públicas es un mercado que cada día está más pendiente de las métricas de sostenibilidad, tanto por concientización como también por exigencias nacionales e internacionales. Poder contar con la medición de huella de carbono de la empresa, es un alto valor agregado como proveedor de estos proyectos, y se alinea con la agenda 2030 y las premisas de la RAMCC.
¿Qué acciones que están implementando en materia ambiental?
CC: Desde el inicio, diseñamos todos nuestros procesos productivos de forma que tengan el menor impacto ambiental, ya sea en consumo energético, reutilización de residuos internos de procesos, materia prima basada en subproductos de la industria forestal, intentando aproximarnos a los ideales de una economía circular y sostenible.
¿Consideran que el cálculo de huella de carbono les traerá un mayor acercamiento y transparencia hacia sus empleados y/o clientes?
CC: Si. Cada año notamos el incremento en la concientización, tanto en nuestros clientes como también en nuestro equipo. Esperamos que la medición de nuestra huella de carbono sea entendida como un eslabón más en el desarrollo de nuestra identidad corporativa.
¿Cuál es el área de su empresa que consideran que requiere más atención en materia ambiental?
CC: El sector de construcción es sin dudas uno de los rubros que más emisiones genera. El 36% de toda la energía del mundo la usamos para construir, enfriar y calentar edificios.
Como empresa nuestro enfoque utilizar en cada paso del proceso de producción la menor cantidad de energía posible. Un gran hito fue sustituir la tradicional tecnología de inyección de vapor en las cámaras de curado por un sistema español de microaspersión por aire comprimido, con aprovechamiento de la reacción exotérmica de los minerales para garantizar las temperaturas y niveles de humedad correctas para un fraguado óptimo.
Hoy usamos solo una pequeña fracción de energía en comparación a fábricas convencionales. Esto nos permitió bajar la embodied energy (energía incorporada) en nuestros productos de manera sustancial.