El pasado martes, el equipo de ALPA visitó las oficinas del Banco Coinag para realizar la presentación de resultados de su Huella de Carbono, correspondiente al año 2023. Con una enriquecedora participación e intercambio de ambas partes, se cerró una etapa de meses de trabajo en recolección de información, para dar inicio a otra que les permitirá gestionar a partir de los datos y las sugerencias obtenidas.
Se trató del cálculo de sus emisiones de carbono generadas tanto por su Casa Central, ubicada en la ciudad de Rosario, como por el resto de sus sucursales (10 en total, distribuidas en la Provincia de Santa Fe, Provincia de Córdoba y Capital Federal).
Cabe recordar que el Banco Coinag viene desarrollando una estrategia de sostenibilidad comandada por la Gerencia de Sostenibilidad, un área dedicada a diseñar y ejecutar una agenda que atienda no sólo los factores económicos de la institución, sino también ambientales y sociales. Desde allí, Antonella Di Santo y Natalia Stacul se han encargado de llevar adelante este proceso:
“Es un gran logro para Banco Coinag contar con su primera medición de huella de carbono, pero también es un punto de partida en la planificación de acciones destinadas a reducir emisiones , alineando la actividad con los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, manifestó Antonella.
Entre las actividades impulsadas por la Gerencia de Sostenibilidad del Banco, se han destacado iniciativas como la implementación de un Plan de Residuos, o un programa de movilidad sostenible que fomenta el uso de bicicletas entre sus empleados. Ahora necesitaban detalles precisos de su impacto en el ambiente para poder diseñar más políticas y acciones de este tipo, reconociendo los ejes que requieren más esfuerzos.
“Trabajamos con fuerza en nuestro objetivo de poder descarbonizar la cartera y al mismo tiempo apoyar, impulsar y garantizar iniciativas o proyectos de cooperación social y protección del medio ambiente”, agregó Natalia.
De esta manera, el Banco Coinag adquiere información relevante sobre las áreas donde puede seguir trazando objetivos sustentables, y así guiar futuras decisiones que reduzcan o compensen su impacto en el ambiente. Proponiendo una nueva mirada, nos convoca a pensar en qué mundo queremos vivir, tejiendo alianzas entre clientes y usuarios que se quieran sumar a esta transición.
“Lo que no se mide no se puede mejorar”, sintetizó Antonella.