Dentro del cálculo de huella de carbono, el consumo energético es un aspecto importante a considerar por sus altas emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Esto se debe a que la producción de electricidad en muchos países lleva asociada la quema de combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón). Por esta razón, es de suma importancia una correcta gestión y diversificación de la matriz energética de una nación.
La matriz energética de un país es una representación cuantitativa de la totalidad de energía que utiliza un país, e indica la incidencia relativa de las fuentes de las que procede cada tipo de energía: nuclear, hidráulica, solar, eólica, biomasa, geotérmica o combustibles fósiles como el petróleo, el gas y el carbón.
Particularmente para la Argentina más del 60% de la electricidad se produce en centrales térmicas que funcionan principalmente a gas. En esta serie se observa cómo evolucionaron los consumos energéticos en dicho país, y se destacan la creciente participación del gas a partir de la década del setenta y la posterior la disminución de la participación del petróleo desde entonces. Esto indica la importancia que han tenido en conjunto los hidrocarburos durante los últimos cuarenta años, ya que representan casi el 90% del consumo. También se observa la gradual incorporación de la energía hidráulica y la energía nuclear, y la reducción en el uso del carbón.
Imagen 1. Matriz energética Argentina en 1970.
Imagen 2. Matriz energética Argentina en 2012.
En Argentina, existe hoy una serie de posibilidades energéticas con tecnologías desarrolladas para su utilización, que se encuentran con avanzado grado de madurez y que podrían perfectamente adoptarse en en el país. Este país presenta un muy buen grado de insolación en gran parte del territorio como para poder aprovecharlo con las diferentes tecnologías para uso de energía solar disponibles en el mercado. Sus áreas costeras y prácticamente toda la Patagonia tienen vientos que pueden aprovecharse para generar energía eólica y transformarla en electricidad. Asimismo, la biomasa generada por los cultivos tiene un enorme potencial para la producción de biocombustibles líquidos como biodiesel y bioetanol, y gaseosos como el biogás.
Las posibilidades en este sentido son muy amplias. Según el informe anual de Cammesa “Resumen Ejecutivo Ene a Jun 2022 vs 2021” el desarrollo paulatino de las energías renovables hizo aumentar su participación en la oferta pasando de 13% en el 2021 a un 13.9% en el año 2022, donde en este último período se alcanzó en forma puntual casi a un 18% de participación mensual.
Imagen 3. Resumen ejecutivo energía REN-CAMMESA
Por otro lado, la energía hidráulica y la nuclear también han crecido en los últimos cuarenta años. La energía eólica y la energía solar son aún incipientes y no tienen un impacto considerable sobre la oferta total de energía del país. Sin embargo, progresivamente adquieren mayor relevancia para la generación de energía eléctrica y se espera que en los próximos años aumenten su participación en la matriz energética total.
La relación entre la matriz energética y la huella de carbono radica en las fuentes de generación de la energía que luego es distribuida y consumida en los distintos puntos del país. Como mencionamos anteriormente, dicha generación en nuestro territorio proviene, en su mayoría, a partir de la quema de combustibles fósiles. En la Argentina, según el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (2016), el Sector Energético emite al ambiente 193 MtCO2 eq, es decir, es responsable de un 53% de las emisiones totales.
El impacto del consumo energético dentro de la Huella de Carbono tiene gran significancia. Es por ello que muchos países están empezando a implementar estrategias para fomentar al uso racional de la energía y promover a una transición energética y cambio de paradigmas, de la utilización de combustibles convencionales a otros no convencionales, tanto en organismos estatales como en organizaciones privadas.
Para comenzar a implicarse en un camino bajo en GEI y hacia la carbono neutralidad, el cálculo de la huella de carbono es una gran medida, debido a que es una forma de identificar la generación de emisiones por sector e incorporar y aplicar nuevas alternativas energéticas que diversifiquen la matriz y que, a su vez, tengan por objetivo una reducción en la generación de GEI.
En Argentina, existen regiones con un potencial energético considerable que debe aprovecharse para así evolucionar hacia una matriz energética limpia e innovadora. No existen dudas que el desarrollo de un país está estrechamente ligado a la matriz energética con la que pueda contar para desarrollar sus actividades productivas de la vida moderna.
Imagen 4. Infografía resumen de la energía en Argentina. Fuente: Ministerio de Energía y Minería de la Nación.
Bibliografía
- Perfil energético Nacional. Disponible en Global Energy Monitor. Disponible en: https://www.gem.wiki/Perfil_energ%C3%A9tico:_Argentina#Matriz_energ.C3.A9tica
- Variables relevantes. Informe ejecutivo anual. CAMMESA. Disponible en: https://cammesaweb.cammesa.com/variables-relevantes-mem/
- Evolución de la matriz energética Primaria. Disponible en: https://energiasdemipais.educ.ar/edmp_lecturas/matriz-energetica/#:~:text=Evoluci%C3%B3n%20de%20la%20matriz%20de%20energ%C3%ADa%20primaria%20en%20la%20Argentina&text=Es%20importante%20destacar%20que%20desde,de%20Energ%C3%ADa%20de%20la%20Naci%C3%B3n.
Autora: Charo Blanco (Analista de Huella de Carbono Sello ALPA).