El cambio climático es un desafío global que afecta a nuestro planeta de múltiples maneras, y la industria maderera desempeña un papel crucial en esta problemática. Por un lado, la deforestación, a menudo impulsada por la demanda de productos de madera, contribuye significativamente a las emisiones de gases de efecto invernadero al eliminar los sumideros naturales de carbono, como los bosques. Por otro lado, la industria maderera tiene el potencial de ser parte de la solución al promover prácticas sostenibles de manejo forestal, la reforestación y la utilización de la madera como material de construcción de bajo carbono.
Así lo entiende la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA), con quienes se acordó un trabajo en conjunto a mediados de 2023, para iniciar el proceso de medición de la Huella de Carbono de las empresas que la integran. Una alianza estratégica con ALPA, fundamental de cada a un futuro más sostenible, a través de prácticas responsables.
FAIMA fue fundada en noviembre de 1933 con el objetivo de potenciar el desarrollo de la industria nacional, y lleva adelante acciones destinadas a promover un mayor consumo de la madera, estimulando un manejo sustentable del recurso renovable con la preservación del medio ambiente. En contacto constante con Fernando Couto, Director Ejecutivo de FAIMA, fue creciendo el compromiso de cada una de las empresas que conforman la Federación:
“El sector posee un impacto positivo frente a la huella de carbono, ya que los árboles absorben y morigeran el impacto climático. Sin embargo, al momento de saber si somos neutros, positivos o negativos para el medio ambiente, es fundamental antes que nada conocer nuestra huella”, expresó Fernando al inicio del proceso.
Por tratarse de una gran cantidad de empresas que nuclean la Federación, se fueron agrupando según su complejidad, su extensión, la cantidad de sedes y de empleados. Y se recopiló información desde Enero de 2022 hasta Diciembre de 2022, definiendo temporalmente la realización del cálculo y poder realizar comparaciones anuales.
El grupo de pequeñas y medianas empresas que están realizando su medición se radican en distintos puntos del país. Por ejemplo, en la Provincia de Salta se encuentran Aconcagua Forestal SRL, dedicada principalmente a la fabricación de puertas tablero y placas, Fabril Maderera SA, productora de muebles de madera maciza, y Plaza SRL, una empresa dedicada al procesamiento de madera en productos que luego serán llevados a la venta.
A pocos kilómetros, en la Provincia de Jujuy, funcionan Curupay S.A.S., una empresa dedicada a la comercialización de rollos de especies implantadas para aserraderos y laminadoras, y Forestal Búhos Blancos SRL, enfocada en la producción de pisos y otros productos derivados de la actividad forestal y el reaprovechamiento.
A su vez, otras dos empresas de la Federación radican en la Provincia de Misiones: Simacon ICF, especializada en la producción de bloques de madera mineralizada, y Selva SRL, dedicada a la comercialización de rollos de especies implantadas para aserraderos y laminadoras.
Otras dos firmas de la Provincia de Córdoba, como son Export Pack, proveedora de soluciones para el embalaje de productos, tanto con fin de transporte como de almacenamiento; y Hause Mobel, fabricante de muebles para equipamiento corporativo.
Por último Villanueva SRL, dedicada principalmente al cepillado de madera de pino, y el aserradero Asecor, que se destaca por sus cámaras de secado y línea de manufactura, pertenecen a la Provincia de Corrientes; mientras que Produmob SRL- Federici posee sedes en la Provincia de Santa Fe y se especializa en la fabricación y comercialización de una amplia gama de productos de mobiliario, que incluyen muebles de cocina, placares, vestidores, muebles de baño y muebles de diseño.
Por supuesto que se realizó un cronograma de trabajo teniendo en cuenta la complejidad de cada organización, ya que las unidades de negocio varían entre planta industrial, aserradores, bosques de plantación, entre tantas otras categorías.
La gestión forestal sostenible y la utilización responsable de la madera pueden ser herramientas valiosas para reducir las emisiones de carbono y combatir los efectos del cambio climático. A medida que avanzamos hacia un futuro más sostenible, debemos continuar promoviendo prácticas responsables en la industria maderera, fomentando la reforestación y el manejo forestal sostenible, y reconociendo la madera como un recurso renovable que no solo construye nuestro mundo, sino que también nos ayuda a protegerlo.
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