Tercer reporte del IPCC: la urgente necesidad de mitigación

El pasado 4 de abril, el Grupo III de Trabajo del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) publicó el último reporte titulado «Cambio Climático 2022: Mitigación al Cambio Climático) el cual finalmente completa al Sexto Informe de Evaluación.

El reporte es el resultado de recopilar información de más de 14.000 artículos científicos en materia de mitigación al cambio climático. A partir de ello, se llegó a una conclusión:

“A menos que haya reducciones de emisiones profundas e inmediatas en todos los sectores, limitar el aumento de la temperatura en 1,5°C está fuera de alcance”.

Según el reporte, las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI) de origen antropogénico durante el período 2010 – 2019 alcanzaron los niveles más altos registrados hasta el momento. No obstante, el ritmo de crecimiento de las emisiones en dicho período ha sido menor que las registradas para 2000 – 2009 (Figura 1). De todas formas, las emisiones netas de GEI han aumentado desde 2010 a nivel mundial en todos los principales sectores y una parte cada vez mayor de las emisiones puede atribuirse a las áreas urbanas.

 

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Figura 1. Las emisiones totales netas de origen antropogénico de los principales gases de efecto invernadero han continuado aumentado.

 

Sector Energía

Es el sector que más emisiones generó a nivel mundial, responsable del 34% de las emisiones totales durante el año 2019. Ya no caben dudas de que los efectos del cambio climático afectarán a los sistemas energéticos locales y nacionales, incluso a aquellos sistemas de bajas emisiones. Si bien los efectos son inciertos, principalmente a escala regional, el aumento de la temperatura impactará directamente la producción de energía hidroeléctrica, la bioenergía y los rendimientos agrícolas, la eficiencia de las plantas de energía térmica y las demandas de calefacción y refrigeración. Afortunadamente, los recursos eólicos y solares no se verán afectados hasta el punto de limitar su capacidad de generar energía.

Consecuentemente, para limitar el calentamiento global a 1,5 o 2ºC se requieren cambios y transiciones importantes en el sector energético en los próximos 30 años. Dichos cambios implican una reducción sustancial en el uso general de combustibles fósiles, el despliegue de fuentes de energía de bajas emisiones, la transición a fuentes de energía alternativas y la eficiencia y conservación energética.

 

Sector Transporte

Las emisiones del sector transporte en 2019 contribuyeron en un 15% a las emisiones globales. Aunque es el cuarto sector con respecto a las emisiones totales, limitar el aumento de la temperatura requiere cambios transformadores en materia de transporte. Las medidas para reducir emisiones deben enfocarse en disminuir la demanda de servicios de transporte o expandir el uso de modos de transporte más eficientes desde el punto de vista energético, como también son necesarios cambios en la infraestructura urbana y la incorporación de la economía circular, economía compartida y tendencias de digitalización laborales.

Considerando que el 70% de las emisiones del sector provienen del transporte terrestre, los vehículos eléctricos movilizados por energías bajas en carbono representan la mejor opción de descarbonización. Además, los biocombustibles sostenibles pueden ofrecer beneficios de mitigación adicionales en el transporte terrestre a corto y mediano plazo. Los biocombustibles, incluso, pueden colaborar en reducir las emisiones de GEI del transporte marítimo y aviación, los cuales son responsables, respectivamente, del 11% y 12% de las emisiones del sector transporte. Pese a las ventajas que demuestran los biocombustibles, los mismos aún precisan de mejoras en la producción y reducciones de costos.

Cabe mencionar que las estrategias de mitigación en este sector traen aparejadas una serie de beneficios colaterales no relacionados directamente al cambio climático, como por ejemplo mejoras en la calidad del aire, acceso equitativo a los servicios de transporte, reducción de la congestión y reducción de la demanda de materiales.

Sector Industria

Desde el año 2000 las emisiones en este sector han estado en aumento a un ritmo más rápido que cualquier otro sector, impulsado por una mayor extracción y producción de materiales básicos. De hecho, las emisiones fueron tan altas en 2019 que posicionan al sector industria en segundo lugar, tras el sector energía, siendo así responsable del 24% de las emisiones globales.

Ante esto, descarbonizar el sector resulta desafiante. El progreso hacia cero emisiones netas de GEI será posible mediante la adopción de nuevos procesos de producción que utilicen una gestión de electricidad, hidrógeno, combustibles y carbono de bajo o cero GEI. Asimismo, la reducción de la demanda de materiales, la eficiencia de los materiales y las soluciones de economía circular permitirán reducir la necesidad de producción primaria y, como resultado, las emisiones de GEI.

 

Sector AFOLU

El sector agricultura, silvicultura y cambio en el uso del suelo (AFOLU, por sus siglas en inglés), se compone por aquellos ecosistemas que son gestionados. Se distingue al sector, entre los demás sectores, por poseer el potencial de ofrecer importantes oportunidades de mitigación al mismo tiempo que proporciona alimentos, madera y otros recursos renovables, así como la conservación de la biodiversidad.

Aún así, las oportunidades de mitigación no se están aprovechando ya que el sector AFOLU fue el tercer sector en cuanto a emisiones, causante del 22% de las emisiones antropogénicas de GEI globales en 2019. Dentro de esa cifra, el 45% de las emisiones del sector corresponden a la deforestación.

Como se mencionó, el sector AFOLU tiene una enorme capacidad de mitigación a corto plazo. De hecho, puede proporcionar entre un 20 – 30 % de la mitigación global necesaria para limitar la temperatura en 1,5 o 2ºC. Esto se debe a que las medidas de mitigación en este sector, cuando son implementadas de manera sostenible, pueden brindar por remoción y fijación de carbono reducciones de emisiones de GEI a gran escala, lo cual también permite compensar las emisiones provenientes de otros sectores. Sin embargo, no pueden amortizar por completo la ausencia de acción en otros sectores.

 

Sector Edificios

El sector edificios, también llamado sector residencial, durante el 2019 fue el sector con menor cantidad de emisiones, precisamente con el 5,6% de las emisiones globales. Este hecho no desestima la necesidad de llevar a cabo esfuerzos de descarbonización de edificios, los cuales se ven acotados por múltiples barreras y obstáculos, así como por flujos financieros limitados. La falta de capacidad institucional, especialmente en los países en desarrollo, y de estructuras de gobernanza adecuadas ralentizan la descarbonización del sector a nivel mundial.

Como medida de mitigación, se proponen los códigos de energía para la construcción, puesto que representan el principal instrumento normativo para reducir las emisiones de los edificios nuevos y existentes. Por su parte, los códigos de energía para edificios han demostrado ser efectivos si son obligatorios y se combinan con otros instrumentos regulatorios, como el estándar mínimo de rendimiento energético para electrodomésticos y equipos. Además, las medidas de adaptación que incluyen ventilación natural, paredes blancas y soluciones basadas en la naturaleza (por ejemplo, techos verdes) disminuirán la demanda de refrigeración y, por ende, las emisiones de GEI.

Para finalizar, el reporte menciona que la gobernanza climática, actuando a través de leyes, estrategias e instituciones, en función de las circunstancias nacionales, apoya la mitigación al proporcionar marcos a través de los cuales interactúan diversos actores y también proporciona una base para el desarrollo y la implementación de políticas. En tanto, la gobernanza climática efectiva y equitativa se basa en el compromiso con los actores de la sociedad civil, los actores políticos, las empresas, los jóvenes, los trabajadores, los medios de comunicación, los pueblos indígenas y las comunidades locales.

 

Al respecto, desde ALPA Soluciones Climáticas resaltamos la importancia de los Planes Locales de Acción Climática como herramientas que permiten llevar a cabo una gobernanza climática, basada en las particularidades locales, que involucra a todos los actores de la sociedad.

 

Referencias bibliográficas

Climate Change 2022: Mitigation of Climate Change. Working Group III contribution to the Sixth Assessment Report of the Intergovernmental Panel on Climate Change. https://report.ipcc.ch/ar6wg3/pdf/IPCC_AR6_WGIII_FinalDraft_FullReport.pdf

 

Autora: Josefina Bordino, Licenciada en Recursos Naturales (FCAGR – UNR). Especialista en Planes de Acción Climática para la RAMCC y asesora externa para ALPA.
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