El pasado martes se presentó la Huella de Carbono de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo), medida específicamente sobre las actividades que se llevaron a cabo durante el año 2022.
Luego del debido proceso de recolección de información, y mediante un encuentro virtual entre las autoridades de la Facultad y el equipo de ALPA, se dieron detalles acerca de las toneladas de dióxido de carbono equivalente (CO2e) generados de manera directa e indirecta, y se produjo un intercambio valioso para poder pensar en la reducción de dichas emisiones.
“No solamente nos ha preocupado medir la Huella de Carbono, sino también ser un ejemplo para nuestros estudiantes, porque estamos involucrados con el medio ambiente y con tratar de evitar la contaminación, que dificulta el desarrollo sostenible”, expresó Irene Pujol, vicedecana de la Facultad de Derecho.
Una institución de esta envergadura tiene importantes costos de servicios, utiliza grandes cantidades de recursos, demanda trabajo administrativo y moviliza tanto a personal docente y no docente como a cientos de estudiantes que acuden cotidianamente a su lugar de estudio. Lo positivo es que para cada uno de esos factores existen distintas alternativas que ayudan a reducir el impacto que se genera.
El área de Tecnología es uno de los puntos en donde UNCuyo ya está trabajando hace años sobre la reducción de sus emisiones, y es por eso que la decisión de sus autoridades de medir la Huella de Carbono se configura como un primer paso clave, tanto para ellos como para el resto de las unidades académicas que día a día desarrollan actividades similares. En ese sentido, Verónica Parada, Directora de Informática, se explayó:
“En el año 2014 iniciamos un proceso en el que empezamos a reciclar los residuos tecnológicos. Logramos intervenir una normativa de la Universidad que era algo engorrosa y nos facilitó la baja en el uso de los bienes. Desde allí vimos que necesitábamos concientizar acerca de la importancia del reciclaje”.
También han puesto el foco en el consumo energético, aunque es importante recordar que en la medición de una Huella se abordan tanto las emisiones propias de la organización como también las de su cadena de valor (la energía importada, el transporte, los productos utilizados y hasta los residuos generados, por mencionar los más relevantes).
“También el año 2023 realizamos un cambio de luminarias. Nosotros teníamos la instalación de plafones con tubos comunes, con arrancador, y fuimos adaptando esos plafones a tubos led. Eso, con seguridad, nos ha bajado un porcentaje importante del consumo de electricidad”, contó Andrés Grosso, encargado del área de Mantenimiento.
A partir del informe de cálculo y análisis de su huella de carbono, el personal de la Facultad ha obtenido recomendaciones respecto a las acciones de reducción a implementar en las distintas categorías que el estudio reconoce. Por eso, como se suele insistir, la medición es el primer paso fundamental para poder posteriormente reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Es importante destacar que las universidades ocupan un rol clave en nuestra sociedad, tanto en el factor educativo como social, y es por eso que la iniciativa de la Facultad de Derecho de UNCuyo se torna un ejemplo fundamental para motivar a otras universidades y facultades a que sigan el mismo camino de compromiso en la lucha por el cambio climático.
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